Ben Affleck ha dicho que cree que su divorcio de Jennifer Garner es el “mayor arrepentimiento” de su vida.

El hombre de 47 años habló recientemente con el  New York Times  en una entrevista profundamente personal, donde habló sobre el fin de su matrimonio con Garner y reflexionó sobre sus batallas personales con el alcohol.

“Las personas con comportamiento compulsivo, y yo soy uno de ellos, tienen este tipo de malestar básico todo el tiempo que intentan hacer desaparecer”, explicó.

“Estás tratando de sentirte mejor comiendo, bebiendo, teniendo sexo, apostando, comprando o lo que sea. Pero eso termina empeorando tu vida. Luego haces más para que  esa  molestia desaparezca. Entonces comienza el verdadero dolor. Se convierte en un círculo vicioso que no se puede romper. Eso es al menos lo que me pasó a mí”.

Affleck contó que bebió “con relativa normalidad durante mucho tiempo”, pero que empezó a hacerlo más cuando su matrimonio con Garner “se estaba desmoronando”.

“Lo que pasó fue que comencé a beber cada vez más cuando mi matrimonio se estaba desmoronando. Esto fue en 2015, 2016. Mi forma de beber, por supuesto, creó más problemas matrimoniales”, añadió.

Garner y Affleck se casaron en 2005 y comparten tres hijos: Violet de 14 años, Seraphina de 11 y Sam de siete años. Se divorciaron en 2018, tras 13 años de matrimonio.

“El mayor arrepentimiento de mi vida es este divorcio”, dijo a la publicación. “La vergüenza es realmente tóxica. No hay ningún subproducto positivo de la vergüenza. Simplemente se está gestando en un sentimiento tóxico y espantoso de baja autoestima y autodesprecio”.

El actor de Way Back  admitió que, si bien “ciertamente ha cometido errores”, está tratando de no “obsesionarse” con ellos.

“No es particularmente saludable para mí obsesionarme con los fracasos (las recaídas) y castigarme”, dijo. “Ciertamente he cometido errores. Ciertamente he hecho cosas de las que me arrepiento. Pero tienes que levantarte, aprender de ello, aprender un poco más, intentar seguir adelante”.