El conflicto legal entre los actores Julián Gil y Marjorie de Sousa ha sido uno de los más mediáticos en el ámbito del entretenimiento latinoamericano, especialmente debido a la batalla por la custodia de su hijo, Matías Gregorio Gil. Su relación comenzó en 2016 y, al poco tiempo, nació su hijo en enero de 2017. Sin embargo, la pareja se separó poco después y desde entonces, la disputa ha estado marcada por acusaciones mutuas y batallas legales.

Marjorie demandó a Julián por la custodia y la manutención del niño, lo que dio inicio a un proceso judicial que aún persiste. En 2017, un juez otorgó la custodia completa a Marjorie, mientras que las visitas de Julián a Matías fueron limitadas a un centro de convivencia familiar y bajo supervisión. Esta decisión generó gran frustración en Gil, quien consideró que las condiciones eran humillantes y perjudiciales para su relación con su hijo.

A lo largo de los años, ambos han protagonizado intensos intercambios públicos sobre las pensiones alimenticias y la implicación de cada uno en la vida de Matías. Julián ha sostenido que las exigencias de Marjorie son desproporcionadas, mientras que ella defiende que sus acciones buscan el bienestar de su hijo.

A pesar de las tensiones, Julián expresó en varias ocasiones su deseo de estar presente en la vida de Matías. La situación sigue siendo complicada, con pocas señales de que la relación entre los padres de Matías se pueda resolver de manera pacífica.

El conflicto entre Julián Gil y Marjorie de Sousa ha sido una de las disputas más mediáticas y prolongadas del mundo del entretenimiento en Latinoamérica, y gira en torno a la custodia de su hijo Matías Gregorio Gil.

La relación sentimental entre ambos actores comenzó en 2016 y poco tiempo después, en enero de 2017, nació su hijo.

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Sin embargo, poco después del nacimiento de Matías, la pareja se separó y empezó una batalla legal que ha durado varios años, centrada en la patria potestad, la manutención y el régimen de visitas del niño.

Marjorie de Sousa interpuso una demanda en contra de Julián Gil por la custodia y la manutención del pequeño.

Desde entonces, las acusaciones y reproches públicos han sido constantes entre los dos. De Sousa alegó que Gil no cumplía con sus obligaciones económicas y que no tenía un interés real en estar presente en la vida de Matías.

Esto fue negado por Gil, quien afirmó que sí estaba cumpliendo con sus responsabilidades financieras y que el verdadero problema era la falta de acceso a su hijo, ya que, según él, Marjorie le impedía verlo.

En una decisión judicial que sorprendió a muchos, un juez dictaminó en 2017 que la custodia completa del niño fuera para Marjorie de Sousa y estableció un régimen de visitas para Julián Gil, que limitaba sus encuentros con Matías a un centro de convivencia familiar bajo supervisión.

Esto causó gran frustración para el actor, quien afirmó que las condiciones eran humillantes y no favorecían la relación padre-hijo. Además, denunció que Marjorie estaba utilizando el sistema judicial para alejarlo de su hijo.

Uno de los puntos más controversiales de este caso ha sido la pensión alimenticia. Julián Gil ha sostenido en diversas entrevistas que las cantidades exigidas por Marjorie para el mantenimiento de Matías son desproporcionadas.

mientras que la actriz ha defendido que solo está buscando lo mejor para su hijo. La cifra establecida inicialmente era el 20% de los ingresos del actor, lo que generó una serie de debates públicos sobre si esa cantidad era justa o no.

Durante los años, esta disputa ha tenido momentos de alta tensión mediática, con declaraciones en medios de comunicación, redes sociales y entrevistas en programas de televisión.

Julián Gil ha recurrido varias veces a las redes sociales para exponer su versión de los hechos y manifestar su frustración ante la falta de contacto con su hijo.

Por su parte, Marjorie de Sousa ha mantenido una postura firme, asegurando que todo lo que hace es en favor del bienestar de Matías y que solo busca protegerlo.

Un episodio particularmente doloroso para Julián Gil fue cuando en 2019 renunció oficialmente a la patria potestad de Matías.

Según sus palabras, lo hizo porque estaba cansado de pelear en una batalla que sentía estaba perdida desde el principio.

Gil afirmó que el sistema judicial mexicano no le estaba permitiendo ejercer su rol de padre, y que prefería dar un paso al costado antes que seguir sometido a lo que él consideraba una tortura emocional.

A pesar de esta renuncia, Julián Gil ha manifestado en numerosas ocasiones su deseo de estar presente en la vida de Matías y su amor incondicional por él.

No obstante, la relación entre ambos padres sigue marcada por el conflicto y las diferencias irreconciliables en cuanto a la crianza y la relación del actor con su hijo.

Marjorie ha sostenido que las decisiones judiciales están justificadas y que siempre ha actuado pensando en el bienestar de Matías.

Hasta la fecha, la situación sigue siendo complicada, y aunque ambos actores han intentado en ocasiones bajar el tono del conflicto en público, parece que no han llegado a un acuerdo que favorezca el desarrollo de una relación más cercana entre Julián Gil y su hijo Matías.

Esta larga disputa ha generado un fuerte debate sobre la exposición mediática de temas familiares y el impacto de estas decisiones en la vida de los niños involucrados.