Canelo Álvarez “se expresa con enojo” en impactante crítica a Turki Alashikh y a la comunidad mundial del boxeo por haberle costado una absurda suma de 55 millones de dólares por su pelea con Edgar Berlanga

En un arranque de ira inesperado, Canelo Álvarez, una de las figuras más célebres del boxeo moderno, criticó públicamente a Turki Alashikh, un destacado dirigente deportivo saudí, y a la comunidad boxística mundial en general. La superestrella mexicana expresó su profunda frustración por una pelea reciente que, según él, provocó una asombrosa pérdida de 55 millones de dólares, un golpe financiero que describe como evitable y escandaloso.


Canelo Álvarez, conocido por su metódico enfoque a la hora de seleccionar oponentes y conseguir contratos lucrativos, se encontró en el centro de una pelea a la que ahora se refiere como una “pelea ridícula”. Los detalles que rodean la pelea han sido objeto de un intenso escrutinio, y muchos cuestionan las motivaciones detrás del enfrentamiento y sus implicaciones financieras finales.

Según Álvarez, la pelea fue organizada bajo la influencia y dirección de Turki Alashikh, quien se ha convertido en una figura poderosa en el mundo del boxeo, particularmente por sus esfuerzos por traer eventos de alto perfil a Arabia Saudita. Si bien el combate fue promocionado como un evento internacional importante, Canelo reveló que los tratos financieros detrás de escena fueron todo menos sencillos.

En su reciente declaración, Canelo no se contuvo. “Esta pelea nunca debió haber sucedido”, declaró. “Fue un evento mal concebido, impulsado por el dinero y la política, no por el deporte del boxeo. Confié en personas que creía que tenían lo mejor para mí, pero en cambio, me llevaron al desastre”.

Canelo criticó directamente a Turki Alashikh, acusándolo de orquestar la pelea sin tener en cuenta el deporte ni los atletas involucrados. “Turki Alashikh y su equipo presionaron para esta pelea, prometiendo grandes ganancias, pero no cumplieron. En cambio, me costaron $55 millones y empañaron la reputación que trabajé tan duro para construir”, afirmó Álvarez.

También expresó su frustración con la comunidad boxística en general, a la que acusó de ser cómplice de la debacle. “El mundo del boxeo necesita despertar. Estamos permitiendo que el dinero y la política arruinen lo que debería ser un deporte noble. Están utilizando a boxeadores como yo, y eso es inaceptable”.

La pérdida de 55 millones de dólares a la que se refiere Álvarez no es sólo una cifra financiera, sino que representa un golpe significativo para su carrera y su marca. El boxeador, conocido desde hace tiempo por sus astutas decisiones comerciales y sus lucrativos acuerdos, ahora se enfrenta a preguntas sobre cómo pudo haber ocurrido un golpe financiero tan enorme.

Álvarez explicó que el pobre desempeño de la pelea, junto con obligaciones contractuales inesperadas y otros malos manejos financieros, llevaron a la derrota. “Esta no fue solo una mala noche en el ring; fue un fracaso en todos los niveles, desde la planificación hasta la ejecución. Asumo la responsabilidad de confiar en las personas equivocadas, pero esto debería servir como advertencia para todos los boxeadores”.

La comunidad del boxeo ha reaccionado con una mezcla de sorpresa y apoyo a Álvarez. Muchos fanáticos y compañeros boxeadores han expresado su simpatía, entendiendo la inmensa presión y los desafíos que conlleva estar en la cima del deporte. “Canelo siempre ha sido un boxeador de primera clase, y es desgarrador verlo pasar por esto”, dijo un boxeador destacado. “Pero tiene razón al hablar, las cosas deben cambiar”.

Otros han señalado el incidente como una señal de problemas más profundos dentro del deporte, donde los intereses financieros a menudo eclipsan el bienestar y las carreras de los atletas. “No se trata sólo de Canelo; se trata de cómo se está manejando el deporte”, comentó un analista de boxeo. “Si esto le puede pasar a alguien tan poderoso e influyente como Canelo, le puede pasar a cualquiera”.

Mientras Canelo Álvarez busca dejar atrás este desafortunado capítulo, se ha comprometido a tomar más control de su carrera y asegurarse de que sus futuras peleas estén impulsadas por el mérito deportivo en lugar de las presiones externas. “Aprendí una lección difícil, pero no dejaré que esto me defina. Volveré más fuerte y me aseguraré de que, a partir de ahora, mis peleas sean sobre el deporte, no sobre el espectáculo”.

Todavía está por verse si Turki Alashikh u otras figuras involucradas responderán a las críticas de Álvarez. Lo que sí está claro, sin embargo, es que la postura audaz de Canelo ha causado conmoción en el mundo del boxeo, desafiando el status quo y pidiendo un regreso a la verdadera esencia del deporte.

Por ahora, el mundo del boxeo observa de cerca cómo uno de sus más grandes campeones navega por este período turbulento, decidido a recuperar su legado y proteger el deporte que ama.