“Querían que entrenara a De la Hoya, pero ni loco lo hice”
“Me hablaron para entrenar a Óscar De la Hoya hace muchos años. Me ofrecían 300 mil dólares por cada pelea en ese entonces, no importaba cuánto ganara Óscar, yo iba a ganar mis 300 mil fijos”, contó Tyson con total sinceridad. La cifra de 300 mil dólares por pelea era una oferta bastante atractiva, especialmente en aquellos años, donde las peleas más grandes del boxeo todavía no alcanzaban las cantidades astronómicas de hoy en día. Sin embargo, Tyson no se dejó deslumbrar por el dinero fácil.
Lo que parecía ser una oferta irrechazable se tornó en un problema cuando, según el mismo Tyson, le dijeron un detalle clave de la propuesta. “Me dijeron, ‘NO puedes entrenar a otro boxeador que no sea Óscar, serás entrenador exclusivo de Óscar’. ‘Olvídenlo’, les dije, no trabajo”, recordó Tyson. La oferta de exclusividad no fue algo que el excampeón mundial estuviera dispuesto a aceptar. Aunque el dinero era tentador, Tyson no quería ser limitado en su carrera como entrenador. A lo largo de su vida, Tyson ha sido conocido por su carácter indomable, y no estaba dispuesto a aceptar que su libertad profesional quedara restringida.
La decisión de rechazar una oferta millonaria sorprendió a muchas personas, incluidas las mismas personas que le habían hecho la propuesta. “Todos se quedaron sorprendidos, no podían creer que había rechazado la oferta que me hicieron”, confesó Tyson. Esta reacción es comprensible, ya que era poco común que alguien rechazara un contrato tan lucrativo y con un boxeador del calibre de De la Hoya, quien estaba en el pico de su carrera en esos momentos.
Sin embargo, Tyson estaba convencido de que no podía comprometer su ética profesional por una cuestión económica. En lugar de aceptar la propuesta, Tyson optó por apoyar a otros boxeadores que consideraba igualmente talentosos y que no requerían de un contrato de exclusividad. “Aposté por Juan Manuel y Rafael Márquez, y los dos fueron campeones del mundo, así que no me arrepiento para nada, fueron grandes peleadores”, afirmó Tyson. Tanto Juan Manuel Márquez como Rafael Márquez lograron un éxito rotundo en el boxeo, y Tyson se siente orgulloso de haber confiado en su talento.
Esta historia refleja la visión que Tyson tiene sobre el boxeo, no solo como deporte, sino también como una carrera llena de decisiones difíciles y principios. Aunque el dinero siempre ha sido una parte importante de la vida de Tyson, su decisión de rechazar la oferta no fue solo por orgullo, sino por un deseo de mantener su independencia profesional y trabajar con aquellos que compartían su misma visión. Tyson demostró que, a pesar de las tentadoras ofertas, lo más importante es mantenerse fiel a uno mismo.
A lo largo de su vida, Tyson ha aprendido que el dinero no lo es todo, y esta experiencia fue una clara muestra de ello. El haber rechazado la propuesta de entrenar a De la Hoya no solo fue una decisión financiera, sino también una lección de autenticidad y de cómo no dejarse llevar por las presiones externas. Hoy en día, Tyson sigue siendo un referente en el boxeo, y su historia continúa inspirando a nuevas generaciones de boxeadores y entrenadores a ser fieles a sus principios.